martes, 17 de julio de 2007

Misiones de Invierno: Para que todos tengan Vida

Desde el viernes 13 al lunes 16 de julio se realizaron las misiones de invierno de nuestra comunidad en Quilicura, en la comunidad Juan Pablo II de donde el P. Edgar, junto con la Fraternidad Verbum Dei han sido nombrados responsables hasta el año 2010.

El día viernes, luego de la celebración de la misa partimos 14 jóvenes junto al padre Luis Alfonso hacia el colegio José Domingo Cañas que nos acogió durante los días de misión.

La misión comenzó ese mismo día en la noche, donde antes de entrar a la capilla del colegio todos juntos leímos el compromiso misionero, donde cada uno le dio un Sí a Dios, aceptando la misión de ser pastores y de dar VIDA a las personas que nos iría poniendo en frente. Luego de realizar este compromiso recibimos la cruz y la credencial que nos identificaría como misioneros, y finalmente, terminamos con la oración de la noche poniendo nuestras ilusiones frente a Jesús y teniendo ya en oración a las personas de las que seríamos pastores según el corazón del Padre.

El día siguiente lo comenzamos en oración junto a quien nos llamó y nos eligió para ser Sal y Luz de este mundo. Para poner en práctica la misión, luego de la oración individual nos reunimos para compartir entre todos el fruto de esta en nosotros. Después de la oración nos dirigimos al lugar de misión para invitar a la gente de la comunidad a la misa que se realizaría en la tarde, al aire libre, en una de las plazas del lugar.

La hora del almuerzo la compartimos con la gente que nos acogió en sus casas, estos momentos con ellos fueron muy importantes para la misión, ya que en ellos podíamos compartir el testimonio tanto misioneros como quienes nos recibían, lo que fue muy enriquecedor.

Más tarde, antes de la misa se reunieron los niños del sector con un grupo de misioneros donde compartieron un agradable momento de juegos y cantos, además de realizar actividades que luego ofrecieron en la misa. Más tarde la misa fue presidida por el padre Luis Alfonso y fue un buen momento de encuentro entre los vecinos y misioneros ya que finalizada esta pudimos seguir compartiendo con ellos.


Finalmente el día lo terminamos en el colegio en las manos de nuestra madre, María, con el rezo del Rosario contemplándola a ella como la primera misionera en dar un sí decidido y llevar la misión hasta el final, asumiendo para siempre la vida de sus hijos.

El día domingo nuevamente lo iniciamos con la oración de la mañana, seguido de la que nos dirigimos a participar de la misa con toda la comunidad para luego salir a encontrarnos con las personas que nos recibirían en sus casas.

En la tarde nos volvimos a reunir con las familias que nos habían recibido, en el Festival Misionero llevado a cabo en otra plaza del lugar. Este alegre momento animado por Cristina permitió participar a toda la comunidad donde se pudieron deleitar con la gran actuación de los magos "Bueno y Pana" quienes entretuvieron con sus trucos tanto a chicos y a grandes. Por medio de juegos para los niños y cantos para los más mayores se vivió un momento fraterno que reflejaba la vida alegre de un cristiano y del encuentro con Dios. También hubo momentos de compartir la fe, donde se dieron tres testimonios, el primero de Mauricio, el segundo de Palmira -miembros de la comunidad de Quilicura- y el tercero de Catalina - una de las jóvenes misioneras- donde cada uno compartió su experiencia de Dios y el vivir su fe dentro de una comunidad.


Pero el día no terminó con el festival, más tarde los misioneros y algunos chicos de la comunidad de Quilicura se dispusieron a jugar un partido de fútbol con un grupo de muchachos que se encontraban en la cancha donde se llevó a cabo el partido arbitrado por el padre Edgar y animado por las misioneras. Este encuentro fue ganado por el grupo de la comunidad, triunfo vivido en un ambiente fraterno con los contrincantes.

La finalización de las misiones fue junto a nuestra Madre María, en la celebración de la fiesta de la Virgen del Carmen, donde a pesar de la lluvia que acompañó el inicio del día, se realizó la procesión en honor a la patrona de nuestro País, la virgen fue acompañada por un grupo de niños y detrás de ella iba el pueblo fiel que se reunió a pesar del frío para rezar y cantarle a la madre de quien da su vida Para que Todos Tengan Vida. Luego de la procesión se celebró la misa presidida por el padre Edgar y el padre Luis Alfonso, junto a todos los que participaron de la procesión y también de los que esperaron la llegada de esta.

La comunidad Juan Pablo II que nos acogió durante todos estos días como a sus propios hijos, como al mismo Cristo, nos despidió con una once donde tuvieron la oportunidad de compartir lo que había sido para ellos estas misiones que para nosotros continuarán ... Para que todos tengan Vida