sábado, 21 de julio de 2007

Somos esas piedras bases que Dios trabaja...

Este es el testimonio de una chica de la rama de jóvenes que ha querido compartir como fue su vivencia dentro de las misiones realizadas en Quilicura...

"Para mí estas misiones han significado mucho en cuanto al trabajo interno que se dio. Uno a veces idealiza la misión pensando que al festival tendría que ir mucha gente, al igual que a las misas de campaña; que los misioneros tienen que ser muchos para que sea una misión “eficiente” y “eficaz”, pero estas misiones no cumplieron con ninguno de estos requisitos. Humanamente podríamos decir que fueron un fracaso, que fue trabajo perdido, pero nosotros sabemos que no.

Al terminar los días de misiones y escuchar que todos compartían lo mismo que estaba sintiendo yo en ese momento me di cuenta que Dios sacó un gran fruto de este trabajo en conjunto. Como ya muchos saben sólo este año hemos empezado a trabajar como rama de jóvenes Verbum Dei, antes de eso la mayoría participaba en San Bernardo, pero para ser sincera ese “participar” era bien externo. Había mucha ausencia y falta de compromiso por parte de nosotros, creo que por un momento perdimos nuestro objetivo de formarnos para una misión que el mismo Dios a cada uno había confiando. Por fuera y lamentablemente, por dentro también, éramos sólo un grupo de jóvenes más, como hay tantos, bastante “desparramados” y eso personalmente, me tenía muy desanimada. Pero este año Dios nos ha ido unificando, y estas misiones han sido un signo más de ello.
Yo quedé muy contenta y feliz, no por esas idealizaciones que al principio hablaba, sino porque estoy casi segura que Dios, como buen constructor que es, está partiendo por las bases para poder cimentar en nosotros las vidas de muchos jóvenes ¡Sí… NOSOTROS SOMOS ESAS PIEDRAS BASES QUE DIOS TRABAJA PARA PODER CONSTRUIR UN EDIFICIO GIGANTE QUE SERÁN LAS VIDAS DE MUCHOS!!!!. Y esa ilusión de Dios, esa mirada que nos proyecta a cada uno de nosotros, con nombre y apellido es lo que me tiene bastante satisfecha del trabajo que hicimos.
¿Si nos faltaron cosas por hacer? Claro, pudimos haber dado más, pero eso no es lo importante, lo importante es que lo que estamos construyendo en conjunto es y tiene que seguir siendo algo sólido y eso sólo se logra mientras cada uno de nosotros permanezca unido a ÉL, al dueño de la mies, que podamos escucharle e ir dejándonos moldear nuestro corazón para que se haga sensible a sus llamadas. Así que ahora empieza nuestro trabajo, de seguirle, de corresponder a tanto amor y tanta confianza, poniendo manos a la obra en cuanta actividad podamos aprovechar para que otros conozcan ese Dios que nosotros hemos conocido y por el que hemos perseverado tantos años… QUE SU GRACIA NO CAIGA AL VACÍO."