Durante esta Semana Santa un grupo de jóvenes vivimos el retiro que se llevó a cabo en la casa central del Verbum Dei, Para que todos tengan vida.
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La jornada comenzó el día jueves 5 con la celebración de la Última Cena donde algunos de los jóvenes pudieron participar en el lavado de pies y después participar en la adoración al Santisimo para acompañar a Jesús en oración.FMVD
El día viernes comenzó reconociéndonos como hijos delante de quien nos amó primero y entregó su vida por nosotros, también viendo como este Padre nos regala una vida que es eterna y como la pone en nuestras manos, cual tesoro, para que la disfrutemos verdaderamente. Durante la tarde se realizó el vía crucis desde una mirada distinta, contemplando todo el amor con que Jesús se entregó y como nos invita ahora a vivirlo de la misma manera habiendo, él, ya marcado el camino. Luego del vía crucis quienes participabamos del retiro vivimos la adoración de la Cruz en cojunto con el resto de la comunidad. Finalizando luego el día de la mano de la Madre con el rezo del Rosario.
El Sábado Santo pudimos vivirlo experimentando el profundo amor de Dios hacia nuestra fragilidad, hacia nuestro barro. Durante el acto penitencial pudimos experimentar como nuestro Padre no se fija en nuestro pecado, más aún, lo cubre con su amor y nos va regalando un corazón nuevo en la medida que nos dejemos modelar por él.
Para celebrar como Dios hace nuevas todas las cosas en la tarde vivimos una fiestecilla animada por Cristina, donde participaron los Hermanos Magos, interpretados por Galo y Tuto y también reirnos con la actuación de un grupo que interpretó la Resurrección de Lázaro. Seguida de la Fiesta comenzó la peregrinación al cerro San Cristobal para vivir el Vía Lucis, donde se mostró como se puede vivir una vida optando por Cristo, ensuciándonos las manos por él y avanzar en contra de la corrirente, terminamos en la cumbre a los pies de la Virgen con la alegría y esperanza de que Jesús ya resucitaría. Bajando el cerro participamos en la misa de Resurrección, y luego de celebrar con la comunidad, un grupo se dirigió a Plaza Italia a la fiesta de la Resurrección uniéndonos así al resto de la Iglesia.
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El esperado Domingo de Resurrección se vivió compartiendo lo que había significado para cada uno haber participado en el retiro y viendo la importancia de vivir esta nueva vida en comunidad. Así, esperando con mucha fe que todos puedan vivir esta nueva vida por la que se entregó el que nos amó primero, se terminó este retiro.